29 de junio de 2018

¡El descubrimiento más importante después de la penicilina!

Si de verdad le preocupa su salud, es imperativo actuar.
Hoy. ¡Ahora!
Muchas veces hemos hablado sobre vitamina D en Tener S@lud, y hoy ha llegado el día de pasar a la acción.
La vitamina D es esencial, crucial para la salud, pero la mayoría de la gente aún no lo sabe.
Hasta hace muy poco, la falta de vitamina D se asociaba al raquitismo y a problemas de crecimiento en los niños, y poco más. Era una vitamina a la que se daba una importancia relativa, y a casi ningún médico se le pasaba por la cabeza pedir análisis a sus pacientes para medirla de forma rutinaria o pensar que pudiera faltarles a los habitantes de países soleados.
De un tiempo a esta parte, sin embargo, las cosas han cambiado radicalmente. Los descubrimientos en torno al papel esencial que juega esta vitamina en la salud (y su déficit en la mala salud) no dejan de sucederse.
Sin embargo, y aunque algunos médicos comienzan a medirla e incluso a recetar suplementos para paliar su carencia, el déficit sigue estando dramáticamente generalizado entre la población y las dosis que se prescriben siguen siendo escandalosamente bajas.
La vitamina D está viviendo actualmente una auténtica revolución silenciosa, que transformará como pocas cosas la historia de la salud y la medicina. En poco tiempo, ocupará el mismo lugar entre los grandes descubrimientos médicos que en su día supusieron la penicilina para luchar contra las infecciones bacterianas mortales, la anestesia en las operaciones quirúrgicas o las técnicas de imagen en los diagnósticos, por citar algunos. Y no exagero. Tiempo al tiempo.
Y aunque ese momento sin duda llegará, el mensaje aún no se ha extendido lo suficiente y su importancia no ha llegado a todas partes. Muchas personas siguen enfermando por culpa de un déficit de vitamina D sencillísimo de solucionar.
Para mí es un escándalo de salud pública que, con todo lo que ya se sabe sobre vitamina D, las autoridades sanitarias no hagan nada. Simplemente informando adecuadamente a la población se evitarían enfermedades que causan un gran sufrimiento y un enorme coste a las arcas públicas.
Serviría para prevenir enfermedades de los huesos (como la osteoporosis), para regular el sistema inmunológico (y prevenir enfermedades como la gripe), para prevenir numerosos tipos de cáncer, enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple o la diabetes tipo 1, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, demencia y hasta el estrés y la depresión, que podrían prevenirse fácilmente (e incluso revertirse) con la cantidad adecuada de vitamina D.
Pero mientras ese momento llega, cada uno de nosotros deberá velar por sí mismo y tomar su propia iniciativa.
Por eso quiero hablarle hoy de nuevo de ella e instarle a actuar inmediatamente, tomando para usted y su familia la mejor y más sencilla decisión, adelantándose al momento en el que por fin las autoridades sanitarias estén a la altura y ni una sola persona vea perjudicada su salud por falta de vitamina D.
Empecemos por el principio.
Qué es la vitamina D y cómo se obtiene
Se le llama “vitamina” pero es mucho más que eso, pues actúa más bien como una hormona en el organismo. Por eso muchos la consideran más bien una “supervitamina”, un nombre que tiene aún más sentido cuanto más se conoce el increíble papel que juega en nuestra salud.
La mayor parte de la vitamina D la obtenemos a través del sol, a partir de las moléculas de colesterol que circulan por debajo de la piel y que, al interactuar con la luz solar, se transforman en vitamina D (en un proceso que algunos han comparado con el de la fotosíntesis en las plantas).
Y el resto, una pequeña parte, la obtendríamos a través de la alimentación, ingiriendo alimentos que la contengan (como yema de huevo, sardinas, salmón, caballa o arenque, por ejemplo). Pero en todos los casos el aporte que suponen es muy modesto.
Si tomáramos el sol lo suficiente durante los meses cálidos, podríamos almacenar una cierta cantidad de vitamina D para cuando el sol deja de brillar. Pero ni, aunque contáramos con unas buenas reservas nos duraría para todo el invierno.
El problema se acentúa por el hecho de que durante el verano no sintetizamos la suficiente cantidad de vitamina D, y esto es así en muchos países del mundo, incluida España, por mucho que seamos un país con gran cantidad de horas de sol.
La vitamina D, un bien muy escaso
¿Por qué se nos escapa la vitamina D aunque haya tanto sol? Hay varias razones, pero la principal es que no lo aprovechamos, pues apenas dejamos que el sol roce nuestra piel. Nos pasamos el día metidos en nuestras casas y oficinas, o en los medios de transporte, y cuando salimos a la calle, lo hacemos siempre bien cubiertos con ropa.
Para que nuestro organismo sintetice la vitamina D, el sol debe estar en lo alto, cuando los rayos de sol inciden verticalmente sobre la piel. Las pocas veces que podría darse esta situación (cuando vamos a la playa, por ejemplo), lo hacemos cubiertos y protegidos de cremas solares (que bloquean la síntesis de la vitamina D), de forma que apenas dejamos que el sol y la piel hagan su trabajo. E incluso evitamos que nos dé el sol precisamente cuando sería más útil para la síntesis de vitamina D, a partir de mediodía y hasta las tres de la tarde.
Los dermatólogos sin duda han conseguido su objetivo (al igual que los fabricantes de cremas solares, todo hay que decirlo) y están evitando problemas de piel… ¡pero a costa de extender brutalmente el déficit de vitamina D!
La falta crónica y generalizada de vitamina D es un asunto realmente serio. Se estima que en todos los países occidentales hay un déficit alarmante. De hecho, la Unión Europea ha emprendido el proyecto de investigación ODIN, liderado por la universidad irlandesa de Cork y en el que participan también científicos españoles de la Universidad Politécnica de Madrid, con el objetivo de medir exhaustivamente el déficit de vitamina D en Europa por grupos de población y revisar las recomendaciones actuales de ingesta.
Sus resultados tardarán en llegar, pero el informe preliminar con sus primeras conclusiones es contundente:
“El presente trabajo dentro del proyecto ODIN (...) proporciona la primera evidencia firme de que el déficit de vitamina D está generalizado en toda Europa y en unas tasas de prevalencia que indican que se trata de un problema grave de salud pública en el que subyace no sólo el riesgo de enfermedades óseas metabólicas, sino también de otros problemas potenciales de salud”. (1)
Y en España, por mucho que exportemos la idea de sol y playa, lo cierto es que el déficit de vitamina D es generalizado. Hay estudios concretos que confirman que la población española lo sufre, y cuya conclusión es que en áreas geográficas variadas y en distintos tramos de edad, la población española, pese a tener sol en abundancia, tiene déficit de esa vitamina. (2) (3) (4)
¿Le cuesta creerlo? Un reciente estudio quiso poner a prueba la teoría imperante hasta hace poco de que en los lugares soleados la vitamina D no era un problema para su población. Para ello midieron el nivel de esta vitamina en 254 adultos sanos de más de 50 años de Marruecos, un país situado en una latitud ideal en cuanto a inclinación de los rayos solares que recibe y que, de hecho, tiene sol la mayoría de los días del año. ¿Su conclusión? El 85,2% de los hombres y el 77,4 de las mujeres tenían un nivel insuficiente de vitamina D. Detrás de estos resultados influye sobre todo la forma de vestir tanto de hombres como de mujeres, que tienden a exponer poca piel a la luz del sol. (5)
Una prueba contundente de que vivir en un país soleado (como sin duda también es gran parte del territorio de España) no garantiza nada.
Asúmalo: a usted le falta vitamina D
No hace falta que se haga ningún análisis, pues lo más seguro es que usted tenga déficit de vitamina D. Y no es que yo tenga una bola de cristal; es simple estadística, pues lo tiene un porcentaje altísimo de la población.
Y más aún si usted se encuentra en una de estas situaciones, que acentúan el déficit:
·         Tiene la piel oscura (cuanto más oscura es la piel, más le cuesta sintetizar la vitamina D). (6)
·         Se protege del sol (limitando las horas de exposición cuando los rayos inciden verticalmente, permaneciendo bajo la sobrilla, aplicando protectores solares…). (7)
·         Tiene más de 50 años (a medida que pasan los años el organismo tiene más dificultades para sintetizar vitamina D cuando se expone a la radiación, que llega a verse realmente comprometida a partir de los 65, y más aún si a partir de esa edad se tiende a permanecer en interiores y a protegerse del sol). (8)
·         Tiene sobrepeso u obesidad (un índice de masa corporal ≥30 kg/m2 incrementa el riesgo de déficit, pues una vez la piel sintetiza la vitamina D, ésta es absorbida por los depósitos de grasa corporal, haciéndola menos disponible). (9) (10)
La ropa (camisa, pantalón, etc.) hace que no podamos sintetizar vitamina D aunque haga sol. (11)
Además, ciertas enfermedades acentúan el riesgo de déficit (como la enfermedad renal crónica, la fibrosis quística, enfermedades hepáticas colestáticas y no colestáticas, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.). (12) (13) (14)
Y, por supuesto, también influyen las condiciones ambientales (latitud, altitud, contaminación del aire, nubosidad…), que tienen una gran influencia en la intensidad de la radiación UVB que llega al suelo. (15) (16)
En definitiva, si usted fuese un indígena de los trópicos que pasa la mayor parte del tiempo al aire libre, no tendría que preocuparse por su tasa de vitamina D. Y tampoco si estuviera jubilado, viviera en Miami y su rutina incluyera paseos diarios al sol. Pero si no es su caso, convénzase: seguramente, como a casi todos en estos tiempos que vivimos, le falta vitamina D. Y eso supone un riesgo para su salud sencillísimo de solucionar.
¿Qué hacer para tener suficiente vitamina D?
Si, como hemos visto, el sol no basta y llegamos al otoño con las reservas de vitamina D bajo mínimos, y tampoco podemos obtener suficiente a través de la alimentación, ¿qué podemos hacer para garantizar que tenemos la cantidad necesaria para sacar partido de todos sus beneficios sobre la salud?
¡Actuando! Y por eso empezaba este texto diciéndole que hoy y ahora es cuando debe ponerle remedio. Y la única forma posible es a través de la suplementación.
No lo dude. Son tantos los beneficios que va a proporcionarle tomar vitamina D, y tantos también los perjuicios de su carencia, que no debe tener la mínima duda respecto a la conveniencia de suplementar su dieta con esta vitamina desde este momento y hasta el verano.
Le he mencionado sólo algunos de estos beneficios, pues si le diera la lista completa le aseguro que no tendríamos espacio suficiente en este texto de hoy para contarle todos. Y es que el papel primordial de la vitamina D frente a multitud de dolencias y enfermedades está sobradamente demostrado, ayudándonos a protegernos de la gripe, prevenir enfermedades como la osteoporosis, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el párkinson, la depresión o a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, entre otros. Y a tratar con éxito muchas de ellas (dermatitis atópica, enfermedades inflamatorias intestinales, enfermedades cardiovasculares…). Me comprometo a detallarle los resultados de los últimos estudios sobre vitamina D en un próximo número de Tener S@lud, y hoy le animo a concentrarse en pasar a la acción: empiece hoy mismo a tomar vitamina D.
En Reino Unido, tres grandes especialistas en vitamina D (W.B. Grant, C.F. Garland y M.F. Holick) llevaron a cabo un estudio en el que concluyeron que si su población recibiese la misma cantidad de sol que Florida, reduciría su mortalidad en 22.000 personas al año tan sólo a causa del cáncer. Increíble, ¿no? (17)
Cuánta vitamina D debe tomar
En nuestro país vivimos en una especie de limbo respecto a la vitamina D, de espaldas a las investigaciones científicas que no dejan de sacar a la luz nuevos beneficios de contar con un nivel adecuado.
Así, el aporte nutricional recomendado de forma general de vitamina D en Europa es de 200 UI al día, que es el que consta en la información nutricional que aparece en la etiqueta de los alimentos, redactada según la legislación vigente a nivel de la Unión Europea.
Bajísimo. Tanto que roza lo ridículo.
Incluso los médicos interesados en la materia y que se preocupan de medir el nivel de vitamina D en sangre de sus pacientes, cuando observan que hay carencia (lo que por otra parte ocurre siempre), prescriben unas dosis increíblemente bajas.
No hay un único criterio respecto a las dosis recomendables, pero quienes más saben, dentro de sus discrepancias, apuntan a unas dosis ostensiblemente más elevadas. Por ejemplo, para que se haga una idea, la Sociedad americana de Endocrinología y el Vitamin D Council (una sociedad científica sin ánimo de lucro estadounidense centrada en la vitamina D), recomiendan 2000 UI al día en bebés, 4000 UI al día (ó 2000 por cada 11,34 kilos de peso en el caso de Vitamina D Council) en niños y 10 000 UI en el caso de adultos.
Cualquier médico español probablemente le diría que es excesivo, pero tenga claro que las investigaciones más punteras van por ahí.
Teniendo en cuenta todas las circunstancias que intervienen en la cantidad de vitamina D con la que es necesario suplementar la dieta, si usted es una persona sana, debería empezar ya mismo a tomar 2000 UI de vitamina D al día.
Para la mayoría de la gente, la toxicidad con la vitamina D es imposible con niveles de ingesta por debajo de 10 000 UI al día, así que con la dosis que le estoy recomendando puede estar absolutamente tranquilo. (18) (19) (20)
La vitamina D es fácil de encontrar en farmacias, herbolarios y tiendas especializadas. Le aconsejo la forma D3 (colecalciferol) en lugar de la D2 (ergocalciferol), puesto que la D3 es exactamente la que produce su cuerpo por la exposición al sol. E igualmente le recomiendo tomarla en dosis diarias (aunque existen formulaciones con dosis únicas de 50 000 ó incluso 100 000 UI, pero es más lógico y natural tomarla en la dosis que va a utilizar su organismo diariamente).
Teniendo en cuenta todo lo anterior, y si quiere pedir ya vitamina D, hoy le recomiendo la vitamina D3 de Supersmart. Viene en botes de 150 comprimidos de 1000 UI cada uno, por lo que es la apuesta perfecta para todo el mundo, para empezar a tomar ya mismo la vitamina D que su cuerpo va a necesitar durante todos los próximos meses, al menos hasta que pueda proporcionársela directamente a través del sol.
En Tener S@lud somos abanderados de la vitamina D, pues es un suplemento muy asequible de beneficios incalculables. Por eso también le animo a adquirirla no sólo para usted, sino también para sus familiares. No hay nadie a quien no le vaya a beneficiar tomar vitamina D. Además, si usted está tomando un suplemento multivitamínico, es perfectamente compatible con él. De hecho, sería recomendable complementarlo con el de vitamina D, pues en los multivitaminícos la dosis que suelen incluir de vitamina D es insuficiente para cubrir las necesidades diarias.
Fuentes:
1.       “Vitamin D deficiency in Europe: pandemic?” Cashman KD, Dowling KG, Škrabáková Z, Gonzalez-Gross M, Valtueña J, De Henauw S, Moreno L, Damsgaard CT, Michaelsen KF, Mølgaard C,Jorde R, Grimnes G, Moschonis G, Mavrogianni C, Manios Y, Thamm M. Mensink GB, Rabenberg M, Busch MA, Cox L, Meadows S,Goldberg G, Prentice A, Dekker JM, Nijpels G, Pilz S, Swart KM, van Schoor NM, Lips P, Eiriksdottir G, Gudnason V, Cotch MF,Koskinen S, Lamberg-Allardt C, Durazo-Arvizu RA, Sempos CT, Kiely M. AJCN. First published ahead of print February 10, 2016 as doi: 10.3945/ajcn.115.120873.
2.       “Hipovitaminosis D asociada a exposición solar insuficiente en la población mayor de 64 años”. 2006. Montserrat Vaqueiroa,b, Marisa Baréb, Esperança Antona, Eulàlia Andreua, Antonio Moyac, Rosa Samperec, Eduard Villard y Carmen Gimenoe, en representación del grupo de estudio D’AVIS.
3.       “Elevada prevalencia de hipovitaminosis D en los estudiantes de medicina de Gran Canaria, Islas Canarias (España)”. 2011. González-Padilla E, Soria López A, González-Rodríguez E, García Santana S, Miravalle-Pescador A, Groba Marco MV, Saavedra P, Quesada Gómez JM, Sosa Henríquez M
4.       “Prevalencia de hipovitaminosis D en población trabajadora sanitaria”. 2012. Brígido Pérez Bermúdez, M. Antonio Aranda Vizcaíno, Javier Rodríguez de Cía, Carolina Corvalán Prano, Carmen Fernández Felipe.
5.       Aissam M. et al. Vitamin D status in healthy Moroccan men and women aged 50 years and older: a cross-sectional study. Archives of Osteoporosis, 2016. Tovey, A. & Cannell, JJ. Nearly 90% of older Moroccan men and women have low vitamin D levels. The Vitamin D Council Blog & Newsletter, 2016.
6.       Chen TC, Chimeh F, Lu Z, et al. Factors that influence the cutaneous synthesis and dietary sources of vitamin D. Arch Biochem Biophys. 2007;460(2):213-217. PubMed
7.       Balk SJ, Council on Environmental Health, Section on Dermatology. Ultraviolet radiation: a hazard to children and adolescents. Pediatrics. 2011;127(3):e791-817. PubMed
8.       Holick MF, Binkley NC, Bischoff-Ferrari HA, et al. Evaluation, treatment, and prevention of vitamin D deficiency: an Endocrine Society clinical practice guideline. J Clin Endocrinol Metab. 2011;96(7):1911-1930. PubMed
9.       Arunabh S, Pollack S, Yeh J, Aloia JF. Body fat content and 25-hydroxyvitamin D levels in healthy women. J Clin Endocrinol Metab. 2003;88(1):157-161. PubMed
10.    Gallagher JC, Yalamanchili V, Smith LM. The effect of vitamin D supplementation on serum 25(OH)D in thin and obese women. J Steroid Biochem Mol Biol. 2013;136:195-200. PubMed
11.    Bassil D, Rahme M, Hoteit M, Fuleihan Gel H. Hypovitaminosis D in the Middle East and North Africa: Prevalence, risk factors and impact on outcomes. Dermatoendocrinol. 2013;5(2):274-298. PubMed
12.    Doorenbos CR, van den Born J, Navis G, de Borst MH. Possible renoprotection by vitamin D in chronic renal disease: beyond mineral metabolism. Nat Rev Nephrol. 2009;5(12):691-700. PubMed
13.    Pappa HM, Bern E, Kamin D, Grand RJ. Vitamin D status in gastrointestinal and liver disease. Curr Opin Gastroenterol. 2008;24(2):176-183. PubMed
14.    Jahnsen J, Falch JA, Mowinckel P, Aadland E. Vitamin D status, parathyroid hormone and bone mineral density in patients with inflammatory bowel disease. Scand J Gastroenterol. 2002;37(2):192-199. PubMed
15.    Cooper JD, Smyth DJ, Walker NM, et al. Inherited variation in vitamin D genes is associated with predisposition to autoimmune disease type 1 diabetes. Diabetes. 2011;60(5):1624-1631. PubMed
16.    Webb AR, Kline L, Holick MF. Influence of season and latitude on the cutaneous synthesis of vitamin D3: exposure to winter sunlight in Boston and Edmonton will not promote vitamin D3 synthesis in human skin. J Clin Endocrinol Metab. 1988;67(2):373-378.
17.    Grant WB, Garland CF, Holick MF. Comparisons of estimated economic burdens due to insufficient solar ultraviolet irradiance and vitamin D and excess solar UV irradiance for the United States. Photochem Photobiol 205; 81: 1276-86
18.    Vieth R. Vitamin D supplementation, 25-hydroxyvitamin D concentrations, and safety. Am J Clin Nutr. 1999;69(5):842-856. PubMed.
19.    Heaney RP, Davies KM, Chen TC, Holick MF, Barger-Lux MJ. Human serum 25-hydroxycholecalciferol response to extended oral dosing with cholecalciferol. Am J Clin Nutr. 2003;77(1):204-210. PubMed.
20.    Vieth R, Chan PC, MacFarlane GD. Efficacy and safety of vitamin D3 intake exceeding the lowest observed adverse effect level. Am J Clin Nutr. 2001;73(2):288-294. PubMed.
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20 de junio de 2018


Con todo el Poder de la Amada Presencia de Dios “YO SOY” y el Rayo de Amor Eterno de la Amada Kwan Yin, Diosa de la Misericordia y Compasión… ¡YO PERDONO, YO PERDONO, YO PERDONO! …a toda persona, lugar, condición o cosa que pueda haberme hecho daño de cualquier manera, en cualquier momento, por cualquier razón, y ahora libero a punta de amor todas las deudas que la Vida me deba por doquier.
Invoco ahora la Ley del Perdón por mí mismo y por toda la humanidad, por toda la mala utilización de la Santa Energía de Dios y del Reino Elemental desde el principio de los tiempos, para que: ¡ME PERDONEN, ME PERDONEN, ME PERDONEN! Y al tiempo que soy perdonado, envío hacia adelante un regalo de Amor para balancear todas las deudas a la Vida que yo haya creado en algún momento, las cuales permanezcan aún sin pagar.
Estoy agradecido por la Ley del Perdón para Liberar la Vida a punta de amor de la Rueda del Karma antes de que ésta pueda actuar, manifestarse o seguir siendo sostenida.
Esto se ha hecho…ya que “YO SOY” Dios en acción… en Su Santo Nombre “YO SOY”
Fuente: Servicio de Perdón y Liberación Sábado día del Séptimo Rayo de la Llama Violeta; Misericordia, Perdón, Compasión, Invocación, Transmutación, Liberación, Ritmo, Ceremonial Libro de Ceremonial Vol. 1 Serapis Bey Editores.

13 de junio de 2018

El código oculto de Isaías


09-5-isaiah-22014-05-09-08-37-36-The Holy Prophet Esaias (Isaiah) - Greek Orthodox Patriarchate of AntiochEl código oculto de Isaías te sorprenderá. Este conocimiento yace en el Vaticano entre los escritos proveniente de la cultura esenia, en los manuscritos del Mar Muerto. Parte de él se conoce gracias a Gregg Braden y a nuevos descubrimientos de la física cuántica que lo han corroborado. ¡La potencialidad humana es enorme!
Como podemos escoger el futuro que deseamos experimentar de manera consciente y revela nuestro papel como creadores de la realidad. Todo sale de la posibilidad de elegir a cada momento el mejor de muchos futuros posibles. Lamentablemente al desconocer esto lo hacemos de manera casual.
Cada posibilidad futura está en reposo esperando que la despertemos en nuestro presente tomando la decisión adecuada o no. Por ello tomando las decisiones de manera adecuada vamos al mejor futuro posible.
Isaías describe la ciencia de la oración de manera simple y clara. Esta información proviene de los escritos Qumram, descubiertos en el Mar Muerto. Gregg Braden ha hablado sobre este tema y ha dado a conocer como el ADN está conectado a un campo de energía y el ADN se conecta a él a través de los fotones. Esto se logra con la imaginación y el sentimiento de que lo que deseamos ya se ha logrado y es real.
La oración así sentida genera una vibración que es la que mueve ese sentimiento de manera que nos da un tipo de pensamiento y emoción que son la que fortalecen ese sentimiento de manera que el deseo sea un hecho.
Ya no es un objetivo a tener, sino una realidad manifestada, lo que nos lleva a crear. Así comienza la creación de dicha situación o futuro. Solo queda aceptar esa realidad deseada.
Por ello la importancia de la palabra, el sentimiento y la acción, de ahí la importancia de vivir en coherencia con esos tres aspectos de la vida. Todo esto nos lleva a ver y demostrar que la palabra dicha, como el pensamiento y la acción es lo que vivimos creando siendo conscientes o no.
De allí el cuidado y la atención que debemos tener en esos aspectos, dada la importancia que tienen en la manifestación de la realidad. Genéticamente nuestro ADN cambia con las frecuencias que producen nuestros sentimientos, y demuestra cómo es que las frecuencias energéticas más altas son las del amor. Estas frecuencias impactan el ambiente de una forma material produciendo cambios no sólo en nuestro ADN, sino en el ambiente que nos rodea, de una forma material. Entonces cuanto más amor dejemos fluir por nuestros cuerpos, más adaptados estaremos para afrontar lo que sea que pueda pasar. Para conducir a nuestro planeta, mediante nuestros pensamientos positivos en conjunto, hacia el mejor futuro posible. Para e

llo es necesario que todos vibremos a las más altas frecuencias del amor.
Por eso es importante lograr la masa crítica y se hace necesario compartir esta información con la mayor cantidad de gente posible. Así los cambios serán más rápidos y mejores para todos.
Los esenios decían que las oraciones ya han sido contestadas antes de que las proyectáramos al universo, porque todo lo posible a ocurrir ya ha sido creado en el principio de todo. Solo resta tomarlo como la opción elegida y a través de nuestro sentimiento, palabra y acción y reaccionar a ello como logrado. ¿Puedes imaginar cómo te sentirías habiendo conseguido lo que pides?
Tu respuesta es lo que generará la manifestación de lo que imaginas sentir, dejando todo en manos de la ley universal que todo lo gobierna y crearemos de acuerdo con lo hecho. El exterior responde a lo que hay dentro nuestro. Por eso somos los creadores de lo que nos rodea.
Fuente:compartires.ning.com
https://compartiendoluzconsol.wordpress.com/2018/04/23/el-codigo-oculto-de-isaias/

8 de junio de 2018

La herencia emocional de nuestros antepasados

La herencia emocional es tan determinante como intransigente e impostora. A veces caemos en el error de pensar que nuestra historia comenzó cuando emitimos nuestro primer llanto. Pensar así es un error porque, así como somos fruto de la unión entre un óvulo y un espermatozoide, también somos producto de los deseos, fantasías, temores y toda una constelación de emociones y percepciones, que se mezclaron para dar origen a una nueva vida.
Actualmente se habla del concepto de “novela familiar”. Desde que una persona nace, comienza a escribir una historia con sus actos se vean las historias de cada uno de los miembros de una familia, se encuentran coincidencias esenciales y ejes en común. Pareciera como si cada individuo fuera un capítulo de una historia más amplia, que se ha ido escribiendo a lo largo de diferentes generaciones.
Esta situación fue hermosamente retratada en el libro “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez, quien muestra cómo a través de diferentes generaciones se repite el mismo temor, hasta que este se convierte en realidad y acaba con toda una estirpe. En particular, lo que se hereda de las generaciones anteriores son las pesadillas, los traumas, las experiencias no elaboradas.
La herencia que atraviesa generaciones
El proceso de transmisión transgeneracional es inconsciente. Generalmente se trata de situaciones ocultas o confusas, que causan vergüenza o miedo. Los descendientes de alguien que han sufrido un trauma no tratado llevan el peso de esa falta de resolución. Sienten o presienten la presencia de ese “algo extraño” que gravita como un peso, pero no se puede definir.
Una bisabuela abusada sexualmente, por ejemplo, puede trasmitir los efectos de su trauma, pero no el contenido del mismo. Quizás hasta sus hijos, nietos y bisnietos llegue el eco de una cierta intolerancia frente a la sexualidad, o una desconfianza visceral frente a los miembros del sexo opuesto, o una sensación de desesperanza que no termina de tomar forma.
También esa herencia emocional puede manifestarse como una enfermedad. La psicoanalista francesa Francoise Dolto afirmó: “lo que es callado en la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”.
Así como es reconocido que existe un “inconsciente colectivo”, también es claro que hay un “inconsciente familiar”. En ese inconsciente residen todas esas experiencias silenciadas, que de alguna manera se han callado porque constituyen un tabú: suicidios, abortos, enfermedades mentales, asesinatos, ruinas, abusos, etc. El trauma tiende a repetirse en la siguiente generación, hasta que encuentre una vía para hacerse consciente y resolverse.
Los malestares físicos o emocionales, que parecen no tener explicación, pueden ser “una llamada” para hacer conciencia sobre esos secretos, o esas verdades silenciadas, que posiblemente no están en la propia vida, sino en la de alguno de nuestros ancestros.
El camino al entendimiento de la herencia emocional
Es natural que frente a experiencias traumáticas las personas reaccionen tratando de olvidar. Quizás el recuerdo es demasiado doloroso y piensan que no serán capaces de sufrirlo y trascenderlo. O, tal vez, la situación compromete la propia dignidad, como en el caso de los abusos sexuales y por eso, pese a ser víctima, se traduce como vergüenza en quien la padece. O, simplemente, se quieren evitar los juicios de los demás. Por eso el hecho se sepulta y se considera de buen recibo no volver a hablar de él.
Este tipo de olvido es artificioso. En realidad, no se olvida, sino que se reprime el recuerdo. A su vez, todo lo reprimido retorna, por una u otra vía. Lo más seguro es que vuelva por la vía de la repetición.
Esto quiere decir que una familia que ha experimentado el suicidio de uno de sus miembros, probablemente vuelva a experimentarlo con otro de una nueva generación. Si en un primer momento la situación no fue abordada y digerida, queda flotando como un fantasma que volverá a actualizarse tarde o temprano. Lo mismo ocurre con todo tipo de traumas.
Cada uno de nosotros tiene mucho que aprender de sus antepasados. La herencia que nos han legado es muchísimo más amplia de lo que suponemos. A veces, nuestros antepasados nos duelen y no sabemos por qué.
Quizás sea claro que venimos de una familia que ha pasado por muchas vicisitudes, pero tal vez no conocemos cuál es nuestro papel en ese relato del cual somos un capítulo. Es probable que ese papel se nos haya asignado sin darnos cuenta: debemos perpetuar, repetir, salvar, negar o encubrir las huellas de esos hechos convertidos en secretos.
Toda la información que podamos recabar acerca de nuestros antepasados es la mejor herencia que podemos llevarnos. Saber de dónde venimos, quiénes eran esas personas que no conocimos, pero que están en la génesis de los que somos. Es un camino fascinante que no tiene pérdida. Siempre que lo emprendamos estaremos dando un paso importante para llegar a una comprensión profunda de cuál es nuestro verdadero papel en el mundo.
lamenteesmaravillosa.com

"EL LATIDO DE LOS ELEMENTOS"

El agua me dijo: Fluye, no te estanques. La vida es ahora. El pasado es solo una memoria y el futuro es una proyección. El fuego  me dijo: T...