26 de agosto de 2019

Comer pescado sin envenenarse con su mercurio


El pescado tiene propiedades nutricionales que lo convierten en esencial dentro una dieta equilibrada. Contiene proteínas de buena calidad y lípidos saludables… pero ¡ay! ¡También contiene mercurio! Y es muy posible que usted esté intoxicado.
El mercurio es un metal de color plateado cuya particularidad, única en los metales, es la de ser líquido a temperatura ambiente. Pero también es un veneno de insólita violencia, tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario y los principales órganos del cuerpo humano.
Pero no se alarme, usted puede deshacerse de todo el mercurio que tiene acumulado en su organismo. Déjeme contarle cómo.
El hombre, el principal culpable
La culpa de que el pescado esté repleto de mercurio no la tienen los peces, sino sobre todo el hombre. En el caso de Europa, las principales fuentes de contaminación son las emisiones de las centrales térmicas de carbón, calefacciones y cocinas y la industria del cloro, que vierten grandes cantidades de este material pesado a los mares y océanos. La minería y la eliminación de residuos también tienen parte de culpa. Algo de mercurio también llega a los mares de forma natural, a través de las emisiones que vierten los volcanes.
Una vez liberado al medio, ciertas bacterias lo transforman en metilmercurio.
El resultado es que el pececillo que todos los días absorbe una pequeña cantidad de mercurio al alimentarse de algas y de plancton acaba por concentrar mercurio en su organismo en un proporción más elevada que la que hay en el entorno (es lo que se llama bioacumulación). Los peces grandes, que a lo largo de su vida consumen miles de pececillos, se llevan la peor parte. Y es que el mercurio se va concentrando poco a poco en cada eslabón de la cadena alimentaria y, mediante el fenómeno que se conoce como bioamplificación, algunos peces que se encuentran en lo más alto de esta cadena acaban por tener un nivel de mercurio problemático: es el caso del atún, el pez espada, la lubina o el tiburón, y de peces como la raya, la platija y otros de crecimiento lento.
Y si eso le pasa a los peces, piense ahora en el marisco. Almejas, ostras, vieiras, cigalas, bogavantes y langostas filtran constantemente el agua del mar, reteniendo en sus tejidos parte de los metales que encuentran en ella, tanto aquellos que forman parte de su composición natural como los que han llegado allí por culpa del hombre.
Cuando nosotros, finalmente, ponemos encima de nuestra mesa un suculento plato de pescado, ese que sabemos que debemos comer con frecuencia como parte de una dieta saludable, en realidad estamos ingiriendo dosis y más dosis de mercurio, en algunos casos en una cantidad intolerable.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mercurio es uno de los productos químicos que plantean más problemas de salud pública. Hasta tal punto es así que 140 países (desde Albania a Zimbabue, pasando por España) firmaron el año 2013 el Convenio de Minamata sobre el mercurio, comprometiéndose a aplicar una serie de medidas para ir reduciendo las emisiones de mercurio y los productos que lo contienen. Sólo 28 lo han ratificado de momento. (1) (2)
Quizá piense que el nombre del convenio, Minamata, se tomó del lugar donde se firmó. Pues no es así. Se trata de una ciudad de Japón, pero lo que allí ocurrió fue que se produjo en 1956 un envenenamiento masivo de personas por mercurio debido a la ingestión de pescado y de marisco contaminado por los vertidos de una empresa petroquímica. Hubo decenas de fallecimientos y miles de casos de problemas neurológicos, que aún persisten a día de hoy, así como nacimientos de bebés gravemente afectados.
El mundo está algo más concienciado con los peligros de este terrible metal. Han desaparecido los termómetros de mercurio, y apenas se utiliza ya en los empastes dentales, pero pasarán décadas (si es que ocurre) hasta que realmente nuestros mares y océanos, y en consecuencia nuestros peces, estén libres de él.
Prueba de ello es el dato que voy a darle ahora.
En la Unión Europea existe un sistema de alerta rápida para piensos y alimentos, llamado RASFF (por sus siglas en inglés), que envía alertas a todos los países cuando un alimento presenta un riesgo grave y está en el mercado, lo que hace necesaria una actuación urgente. Pues bien, en el año 2015 se lanzaron 138 notificaciones por metales pesados en los alimentos. De ellas, 104 se refirieron a contenido de mercurio en pescado y otros productos pesqueros y (¡prepárese a leer el dato!), el 65% tuvieron como origen pescado español. (3)
Resulta que nuestros pescados, apreciados en todo el mundo y que deben incluirse obligatoriamente como parte de nuestra dieta, están llenos de mercurio.
Por qué debe evitar la acumulación de mercurio
La solución no pasa por dejar de comer pescado, pues sería contraproducente, dado que los beneficios son mayores que los riesgos.
Lo que debe hacer es tener un consumo razonable (dos o tres veces a la semana), tanto de pescado azul como blanco y preferentemente peces jóvenes y de pequeño tamaño (boquerones, anchoas, sardinas…). Salvo en caso de embarazo, que no deben consumirse pescados grandes ni marisco, pues el metilmercurio que contienen puede dañar el cerebro y el sistema nervioso del feto.
Así que hoy quiero hablarle de un nuevo remedio para evitar la acumulación de mercurio, prácticamente desconocido en nuestro país.
Se trata del alga chlorella, un alga unicelular que, además de tener el mayor porcentaje de clorofila del planeta y contar con interesantísimas propiedades nutricionales, tiene la increíble capacidad de poder eliminar las toxinas del cuerpo, evacuando los metales pesados del organismo de quien los toma.
Por eso quiero hablarle hoy de ella. Y más en unas fechas en las que, en vacaciones, es más frecuente tomar pescados y mariscos al borde del mar.
Cómo actúa exactamente la chlorella
Este alga tiene la capacidad de unirse al mercurio (y al resto de metales pesados, productos químicos y algunos pesticidas) que acumulamos en el organismo, bloqueando parcialmente su absorción y facilitando su eliminación. Es decir, que en lugar de ir acumulándolos en el organismo, los expulsamos del cuerpo.
Haría la misma función de los quelantes que hemos visto antes, pero de forma totalmente natural y muy suave.
Más adelante le daré consejos concretos sobre cuánta chlorella tomar, pero le voy a adelantar uno: cuando vaya a tomar pescado o marisco y tema que vaya a aumentar el nivel de mercurio de su organismo (porque vaya a tomar atún, pez espada, ostras, almejas o bogavante, por ejemplo), puede tomar chlorella antes de sentarse a la mesa o durante la comida. Una vez en el estómago, antes incluso de ser absorbidas por el intestino, las moléculas de mercurio y de otros metales pesados se unirán al alga y su cuerpo podrá eliminarlas naturalmente por la vía intestinal.
Pero hay algo importantísimo que debe saber: es tal el poder de atracción de los metales pesados y tóxicos por parte de esta pequeña alga, que es fácil que durante el proceso de cultivo se vea contaminada. Y esto es así porque igual que la chlorella tiene la capacidad de limpiar nuestro organismo porque atrae el mercurio, también tiene la capacidad de limpiar el planeta, y por ello necesita ser cultivada con enorme cuidado.
Así, debe cultivarse en estanques situados en zonas apartadas, lejos de las zonas urbanas, industriales o agrícolas, y el agua usada para su cultivo debe ser objeto de constantes análisis (pH, residuos…).
Cada lote debe analizarse antes de su salida al mercado mediante el estudio de su contenido en clorofila, carotenoides, proteínas, pesticidas, metales pesados (como plomo, arsénico, mercurio…), bacterias (Staphylococcus, Salmonella...).
Si al adquirir suplementos siempre hay que poner mucha atención al elegir el proveedor, en el caso de la chlorella esta precaución debe ser extrema. Le sorprendería saber la cantidad de marcas de chlorella que, al analizarlas en un laboratorio, se descubre que contienen elementos tóxicos en concentraciones significativas. Y estará conmigo en que sería absurdo tomar un complemento para ayudar a su cuerpo a eliminar los tóxicos, y que a la vez se los esté introduciendo en el organismo…
Por ello debe asegurarse de que adquiere la chlorella a un proveedor de confianza, que ponga a su disposición los resultados de los análisis técnicos que garanticen la ausencia de contaminantes.
Estas son algunas preguntas que podría plantear al laboratorio:
·         ¿La chlorella procede de un medio natural y salvaje o de estanques artificiales (que son más fáciles de controlar)?
·         ¿Verifican si hay contaminación de metales pesados en el proceso de cultivo y producción?
·         ¿Con qué frecuencia analizan los lotes de chlorella?
·         ¿Poseen certificados de cumplimiento de las condiciones de producción de la agricultura ecológica?
Sólo debe fiarse de laboratorios que sean claros en la mención de los criterios que siguen y cuya producción esté certificada como biológica. Aunque las generalizaciones siempre son algo injustas, nosotros solemos desconfiar de la chlorella procedente de China. La razón es que este país no tiene una normativa en materia medioambiental suficientemente rígida, por lo que en ocasiones los productos procedentes de allí están contaminados de metales pesados y tóxicos. Y cuando estamos hablando de un organismo tan sensible como la chlorella, no se puede admitir que sea cultivada en estanques sin suficiente control.
¿Cuánta chlorella hay que tomar?
Usted debe decidir primero si lo que quiere es llevar a cabo un proceso de detoxificación con el que librarse de los metales pesados y tóxicos que ha ido acumulando en su organismo a lo largo de su vida, o bien utilizar este alga de forma preventiva, para no ir añadiendo más tóxicos a su organismo.
·         Para limpiar en profundidad. Deberá ingerir entre 4 y 12 gramos de alga al día, repartidos en 3 ó 4 tomas, durante 6 a 12 meses. Las cantidades y duración del tratamiento dependerán del punto de partida de cada individuo, es decir, de la concentración de metales pesados en su organismo en el momento de iniciar este proceso de detoxificación. Hoy día pueden analizarse los niveles de metales pesados existentes en el organismo, pero como el tratamiento con alga chlorella es natural y suave, probablemente no valga la pena, por lo que puede hacerlo si quiere deshacerse del mercurio y otros elementos que ha podido ir acumulando en su organismo. (4)
·         Como preventivo. Tomar 4 ó 5 gramos de alga cada vez que coma pescado o marisco es suficiente. Es un medio simple, práctico y económico de evitar la acumulación excesiva de metales pesados por parte del organismo.
Consejo: para potenciar el efecto de la chlorella, se puede combinar el tratamiento con cilantro (Coriandrum sativum), de acción estimulante.
El alga chlorella se encuentra en el mercado comercializada por distintos fabricantes y en distintas dosificaciones. Ya le comenté que la chlorella es también un alga de excepcional calidad y valores nutricionales (tiene gran cantidad de proteínas y además betacaroteno, vitaminas del grupo B, vitamina C y minerales). Hasta tal punto es así que, tras la Segunda Guerra Mundial, con tanta gente pasando hambre, se llegó a pensar que su cultivo podría resolver el problema de la superpoblación y la falta de alimentos. Pero esta idea se abandonó, ya que su producción necesita demasiados cuidados y, por lo tanto, es demasiado costosa como para servir de alimento básico.
Para la finalidad de eliminar el mercurio del organismo, tanto de forma depurativa como preventiva, a nosotros nos gusta especialmente la chlorella que comercializa el Laboratorio SuperSmart, que cultiva de forma absolutamente cuidadosa y segura en Taiwan. Los resultados de sus análisis siempre están disponibles, y en ellos se puede comprobar su alta pureza: ni un miligramo de metales pesados y ninguna contaminación bacteriana. Recomienda una toma diaria de entre 5 y 10 cápsulas (como hemos comentado antes, la dosis varía según el efecto que busca quien la consume -una toma depurativa, preventiva…-). Esta chlorella posee una concentración de 500 mg de Yaeyama (una subespecie de la Chlorella vulgaris), que ofrece un mayor aporte de factor de crecimiento de chlorella (CGF) rico en ácidos nucleicos (ADN y ARN), clorofila y péptidos.
Esta fórmula está especialmente pensada para extraer todo el potencial desintoxicante del alga chlorella, por lo que será un gran aliado para su salud, sobre todo si toma con cierta frecuencia pescado y marisco.
A tener en cuenta
El alga chlorella no tiene efectos segundarios conocidos en las dosis estudiadas, pero se trata de un producto para adultos; no está recomendado para niños ni para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Contiene una pequeña cantidad de yodo (aproximadamente 600 mcg/100 g), por lo que las personas con problemas de tiroides deben consultar con su médico antes de tomarla.
Si se anima a eliminar el mercurio y los productos químicos que ha ido acumulando, al disminuir la carga tóxica en poco tiempo notará que tiene más energía, menos fatiga mental, mejores digestiones (en esto interviene el alto contenido en clorofila de la chlorella) e incluso que duerme mejor. Además, al estimular los macrófagos y la actividad de los linfocitos T, aumenta la capacidad del sistema inmunitario para luchar contra virus y bacterias. También ayuda a equilibrar el pH del cuerpo y a controlar los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial.
Fuentes:
1.       El mercurio y la salud. Informe de la Organización Mundial de la Salud. Enero, 2016
2.       mercuryconvention.org
3.       The Rapid Alert System for Food and Feed (RASFF). European Commission. Preliminary Annual Report 2015.
4.       Dietrich Klinghardt, MD, PhD. The Klinghardt Neurotoxin Elimination Protocol. Bellevue, Washington, USA. October 2002/2nd edition Jan 2006.

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3 de agosto de 2019

Quiere saber cómo será su salud? Aquí tiene una ramita de romero

“¡Salud, mucha salud para usted y su familia!”

No será la primera vez que una mujer le sale al paso por la calle deseándole los mejores deseos a cambio de unas monedas. Y si ha accedido a sus pretensiones, usted habrá continuado su camino con una ramita de romero en la mano.

La explicación es que la cultura gitana atribuye a esta planta un poder protector sobre la salud, el amor y la amistad. Como entenderá, no nos compete a nosotros poner en tela de juicio las propiedades mágicas del romero. Pero sí queremos compartir con usted sus extraordinarias propiedades curativas.

Una planta llena de historia
El halo de misticismo que envuelve al romero (Rosmarinus officinalis) se remonta a los primeros años de la antigüedad.

Los primeros registros de su poder protector aparecen en los ritos de egipcios, griegos y romanos, utilizado como incienso que alejaba los malos augurios y el mal de ojo.

Más adelante, en el siglo XIV, el romero logró curar el reumatismo de la reina Isabel de Hungría, y cuenta la leyenda que incluso consiguió devolverle la belleza a sus 72 años.

Tal es su popularidad que hasta Shakespeare en su obra Hamlet hace referencia al romero cuando Ofelia recurre a él para ayudarle a recobrar la memoria, diciendo: “He aquí el romero, para que te haga recordar”.

También es habitual la presencia del romero en otras costumbres y tradiciones, como por ejemplo la de colocar una ramita bajo la almohada para proteger al que duerme, o junto a la puerta de la casa para alejar a los ladrones.

Y todavía hoy algunas novias llevan romero en sus ramos de boda, mientras los novios se colocan una ramita en la solapa.

Tanto se ha escrito y desde hace tanto tiempo, que es evidente que nos encontramos ante una planta que no ha dejado indiferente a lo largo de la historia. Seguro que tampoco a usted cuando descubra todos sus secretos en el próximo número de Plantas & Bienestar.

Un sinfín de virtudes terapéuticas

El romero es una verdadera fuente de salud y uno de los mejores protectores del sistema inmunitario que podrá encontrar en la naturaleza. ¿Por qué si no ha sido desde siempre uno de los remedios más usados para combatir catarros y resfriados, así como para evitar las recaídas?

Pero a la sabiduría tradicional y popular se ha sumado la investigación científica, y las propiedades de los principios activos del romero son hoy en día una realidad validada empíricamente.

El romero resulta especialmente útil durante esta época del año dada su excelente eficacia como expectorante, pero su poder curativo es de muy amplio espectro. Así, también posee efectos antisépticos, antiespasmódicos, aromatizantes, depurativos, como estimulante estomacal, carminativos, colagogos -facilita la expulsión de la bilis-, diuréticos e hipotensores.

Pero las virtudes terapéuticas del romero no se limitan al cuerpo. Ya ha visto más arriba varios ejemplos de las numerosas propiedades relacionadas con la mente y el espíritu que se atribuyen desde la noche de los tiempos a esta planta tan común como fabulosa.

Y una de las disciplinas que mejor ha sabido sacar provecho a los beneficios del romero en esa “dimensión energética” es la medicina tradicional china.

La tradición china entiende que existen cinco principios energéticos (agua, madera, fuego, tierra y metal) que se relacionan entre sí de forma dinámica. Pues bien, al aceite esencial de romero se le atribuyen las características de la madera y el metal (piense en el envés de sus hojas, de color blanco plateado).

La combinación de ambos principios representa la inmunidad del individuo, tanto en el plano físico como el de la psique. Por eso, para la tradición china es la planta de la fortaleza, la autoconsciencia y la liberación interior, y no sólo de la inmunidad física.

No podemos permitir que usted no aproveche toda la riqueza del aceite esencial de romero cineol. Podrá usarlo para prevenir o combatir catarros y resfriados y también para reforzar su autoestima y confianza cuando se sienta agobiado por el trabajo u otros compromisos a los que deba hacer frente.

¿Ansiedad? ¡Nada de ansiolíticos! Combátala con plantas. Ya esté causada por factores ambientales, genéticos o incluso por la combinación de ambos, o sea un hecho puntual o crónico, las plantas siempre deben ser el primer recurso para combatir la ansiedad. Le explicamos qué plantas debe utilizar (GABAérgicas o adaptógenas) y cómo aplicarlas, así como qué aceites esenciales de efecto ansiolítico puede usar.
  • Si desea librarse de los kilos de más, lo primero que tiene que hacer es determinar cuál es su perfil, algo de lo que probablemente nunca le han hablado. En cada caso deberá seguir una dieta diferente, adaptada a sus necesidades; de lo contrario, lo más probable es que ninguna dieta le valga de mucho. Este mes sabrá cuál es su perfil y qué implica, pero también le contamos otras soluciones complementarias basadas en plantas para perder peso.
  • Cómo combatir los efectos secundarios de la radioterapia. En la tercera y última parte de nuestro especial dedicado al cáncer de mama descubrirá la eficacia del silicio de origen natural y la aplicación de aceites esenciales no diluidos de niaouli, mirra o siempreviva para proteger la piel de las quemaduras de la radioterapia. También conocerá las plantas que le ayudarán a mitigar los efectos derivados de los tratamientos antihormonales (dolores articulares o sequedad vaginal).
  • Crema de noche relajante e hidratante. El estrés, la falta de descanso y la contaminación son los enemigos número uno de la piel. Pero los signos de envejecimiento que éstos provocan pueden prevenirse y atenuarse con ácidos grasos insaturados provenientes de los aceites vegetales. Por ejemplo, el aceite de argán o las flores de caléndula maceradas en aceite de girasol o sésamo. Estos son sólo dos de los ingredientes de la receta que le enseñamos a preparar, con la que podrá devolver la salud y la hidratación a su piel. ¡Y también es muy buena para calmar las irritaciones!
¡A su salud!

Luis Miguel Oliveiras 

"EL LATIDO DE LOS ELEMENTOS"

El agua me dijo: Fluye, no te estanques. La vida es ahora. El pasado es solo una memoria y el futuro es una proyección. El fuego  me dijo: T...