Mer es vehículo contrarrotatorio de luz. Ka es espíritu.
Ba es cuerpo.
Por lo tanto, mer-ka-ba es el vehículo de luz que une el cuerpo con el espíritu. Es la mejor forma de espiritualizar la materia.
La forma de la mer-ka-ba es una esfera o círculo que se inserta en la base de la columna vertebral y cuyo diámetro es de 18 metros.
En Lemuria y Atlántida teníamos una relación consciente con nuestro vehículo de luz.
Al usar mal nuestros poderes, aconteció el peor desastre que hayamos experimentado como familia.
Hace 13.000 años se hundía la Atlántida junto con nuestra conciencia espiritual.
Digamos que, para evolucionar, teníamos que pasar por la materia. Lentamente perdimos la capacidad de amar y por lo tanto, perdimos el contacto con nuestra mer-ka-ba.
Unos pocos fueron los depositarios de este conocimiento que, con gran sabiduría, fueron dando a los más evolucionados. Así sucedió en Egipto, Perú, México, Tíbet, Israel, India v más cerca en el tiempo, con los masones, rosacruces, templarios y otras hermandades blancas. Fueron recordando nuevamente nuestro cuerpo de luz y las prácticas de eternidad.
La práctica de la mer-ka-ba constituía la última enseñanza esotérica porque era recobrar el paraíso perdido y la última etapa de preparación para un contacto directo con el Universo.
Fuera del velo oscuro que el ser humano puso entre el Cosmos y él.
La mer-ka-ba no es sólo una meditación. Implica un proceso de crecimiento espiritual donde se integran energéticamente:
El amor.
La geometría sagrada.
La inmortalidad.
Se recobra la memoria total.
La respiración de plana, es decir-, combinar la respiración con la luz.
El estar acompañado de guías intergalácticos que son los Maestros.
El amor es la energía básica del Universo. Para experimentar el fluir de la vida, los milagros, etc., primero se necesita una actitud amorosa, que nada tiene que ver con el amor romántico.
Amar es reconocer la unidad en la vida.
La geometría sagrada es el lenguaje que Dios utiliza para crear. Como decía Platón:
Dios geometriza.
La geometría sagrada tiene como función entender la vida de modo intuitivo, sin pasar por el filtro opaco de la razón.
Acelera nuestro conocimiento, al pasar información de otras dimensiones. Los círculos de cosecha que aparecen año tras año en Gran Bretaña son mensajes tan elevados que necesitan expresarse en un código geométrico.
Las figuras geométricas más sagradas son el círculo, el tetraedro, el icosaedro, el cubo, el dodecaedro, el octaedro y la espiral.
En la meditación mer-ka-ba, volvemos a recordar que nuestro cuerpo físico está rodeado de formas geométricas.
Al volver a recordar esta realidad, podemos comunicarnos libremente con el cosmos.
Aumentar nuestra vibración energética de un modo estable y constante.
El primer cuerpo sagrado que reproducimos en nuestra aura es el tetraedro. Vemos un tetraedro que apunta hacia arriba y otro que lo hace hacia abajo.
Esta estrella tetraédrica o estrella de David de tres dimensiones es la base geométrica de la mer-ka-ba. Es un generador constante e interminable de energía cósmica.
El ser humano que mejor graficó esta realidad fue Leonardo Da Vinci quien, en su célebre dibujo, retrató perfectamente el proceso de la mer-ka-ba.
Da Vinci aprendió la mer-ka-ba en la masonería, a instancias de su maestro llamado Petruvio.
El pueblo que usó mas el tetraedro (junto con la espiral) fue el de los Olmecas.
Constituyeron la base, junto con los Zapotecas, de la inserción del pueblo galáctico de los Mayas.
Con el tetraedro recuperaban todas las capacidades espirituales perdidas y con la espiral podían hacer girar las células en la dirección contraria a la muerte, hacia la juventud
constante.
La mer-ka-ba necesita de una red geométrica de conciencia para pasar al espacio. En los últimos 13.000 años, al no existir la red de conciencia de cuarta dimensión, se enseñaba al discípulo a utilizar una red provisoria que proporcionaba la unión de algunas estrellas del firmamento.
Por eso le daban tanta importancia al seguimiento de algunas estrellas que servían como guía.
Los egipcios utilizaban la constelación de Orión y la estrella Sirio.
Los Druidas, la estrella Aldebarán. Los Andinos, la Cruz del Sur. Los Mayas, las Pléyades.
En la actualidad, tenemos facilitado el proceso de conexión con la red dodecaédrica que rodea al Planeta.
El pilar meditativo de la kabalah hebrea es la mer-ka-ba. El conocimiento teórico de la kabalah fue extraído como resultado de los "jinetes mer-ka-ba", nombre con que se denominaba a los cabalistas de la primera época.
Recordar la mer-ka-ba es ponerse en contacto con todas las prácticas y conocimientos del pasado de la humanidad. Porque el pasado espiritual de la humanidad es nuestro futuro inmediato.
Vamos a volver en poco tiempo, a tener el mismo esplendor espiritual.
El cinturón de fotones es un mer-ka-ba.
La mer-ka-ha que aparece en el libro del Profeta Ezequiel y que es descripta por él, es una nave usada por los Maestros para presentarse ante el hombre.
Cuando recordemos la nave mer-ka-ba, esta puede comenzar a moverse en el espacio.
Para ello necesitamos una clave, un movimiento, de modo que sepamos a dónde dirigirnos cuando nos elevamos de dimensión. Porque sin eso, simplemente vamos a encontrarnos en un vacío.
El plan de vuelo está contenido en el árbol de la vida cabalístico. Es más bien el fondo que se utilizó para colocar sus diez esferas y sus tres pilares.
El diseño nos hace rememorar una espada de fuego.
El árbol es el conectador entre los distintos Universos. En mer-ka-ba lo utilizamos para saber conectarnos en una dimensión mayor, pero utilizamos el trasfondo de ese árbol.
Volamos, por haber descifrado el orden oculto del árbol de la Vicia.
Este es el plan de vuelo general donde cada persona encontrará su destino personal.
En la época egipcia había sobre cada templo una conexión directa con un planeta de cuarta dimensión. Por ejemplo, la zona de cuarta dimensión del templo de Luxor es un planeta llamado Astrea.
Los habitantes de un planeta de cuarta dimensión se llaman heloim.
Astrea es un lugar donde la arquitectura árabe se inspiró para realizar sus hermosos diseños (que, ciertamente, son cósmicos).
Hay muchos centros de naves, pero también hay eremitas, heloim que se retiran en soledad para ayudar conscientemente, desde su propio nivel de evolución.
Los meditadores mer-ka-ba que hayan tenido una encarnación previa en Egipto tendrán un contacto muy fluido con estos seres.
Todo el mundo tiene la posibilidad de volver a recordar su campo mer-ka-ba. No es una dádiva, es nuestro derecho y nuestra prerrogativa.
La meditación mer-ka-ba no se puede dar en un libro. Pero te diré que consta de 17 respiraciones. Estas 17 respiraciones se dividen en dos:
Las primeras 14 se llaman Respiración Crística Esférica. Las últimas 3 son el establecimiento de la mer-ka-ba.
La Respiración Crística Esférica se divide a su vez en tres partes:
Las primeras seis respiraciones tienen como objetivo limpiar los meridianos, los chakras y todo nuestro campo electromagnético. De la respiración siete a la respiración trece aprendemos a respirar por el tubo de luz. En la respiración catorce comenzamos a abrir
nuestro corazón para producir el pasaje de conciencia a cuarta dimensión.
Las últimas tres respiraciones nos permiten acceder en forma estable v constante a la cuarta dimensión de conciencia.
Luego de la respiración 17 se puede realizar la respiración número 18 con dos objetivos distintos.
El primero es la conexión con el Yo Superior para que nuestro vehículo mer-ka-ba funda e integre en una sola realidad todo nuestro ser. El Yo Superior te enseñará más y más de tu ser para experimentar otros planos de existencia en tu interior.
El segundo objetivo es que nuestro ser tome una vibración o frecuencia que le permita moverse más rápido que la velocidad de la luz.
Cuando aumentamos nuestra vibración a mayor velocidad, podemos estar conscientes de toda la unidad de la vida allí donde se encuentre. Tomamos nuevamente conciencia del campo cósmico unificado o también llamado energía del punto cero.
En el campo unificado, todas las frecuencias coexisten y son mutuamente compatibles.
Esto significa que todo el espectro electromagnético de frecuencias y posibilidades está plenamente expuesto y disponible para todos los participantes del campo unificado, en todo momento.
Al realizar este paso, nuestro corazón se abre en sensibilidad y vulnerabilidad que, paradójicamente, es nuestro estado más poderoso.