31 de diciembre de 2022
26 de diciembre de 2022
Para vivir días mejores...
"No te preocupes, ocúpate. Ocupa tu tiempo, ocupa tu espacio, ocupa tu mente.
No te desesperes, espera.
Espera que las cosas se calmen, espere que el tiempo pase, espera la rabia
desteñir.
No te indispongas, disponte.
Disponte de buenas palabras, de buenas vibras, disponte siempre.
No te canses, descansa.
Descansa tu mente, descansa tus piernas, descansa de todo.
No menosprecies, aprecia. Aprecia la calidad, aprecia los valores, aprecia las virtudes.
No te tortures. Aguanta con paciencia, aguanta con aceptación, aguanta con tolerancia, pero aguanta sin hacerte daño ni tampoco aceptar que te dañen a ti.
No presiones, impresionate.
Impresionate por la humildad, impresionate por la sencillez, impresionate por
su capacidad de amar.
No estorbes, trabaja.
Trabaja tu humanidad, trabaja tus frustraciones, trabaja tus virtudes.
No conspires, inspira. Inspira personas, inspira talentos, inspira salud.
Y, por último, no te
asustes, ora. ¡Ora a Dios! Habla con tu divino Ser Interno, solamente así
viviremos días mejores.".
19 de diciembre de 2022
No resuelves los problemas pensando
No resuelves los problemas pensando; pensando los creas.
La solución siempre aparece cuando sales del pensamiento,
accedes a la quietud y estás absolutamente presente, aunque sea por un
instante. Entonces, poco después, cuando el pensamiento vuelve, experimentas
una comprensión creativa que antes no estaba allí.
Deshazte del exceso de pensamiento y observa cómo todo
cambia. Tus relaciones cambian porque no exiges que la otra persona haga algo
por ti para potenciar tu sentido del yo. No te comparas con otros, ni tratas de
ser más que otros para fortalecer tu sensación de identidad.
Permite que cada cual sea como es. No necesitas cambiar a
nadie; no te hace falta que nadie se comporte de otra manera para que tú puedas
ser feliz.
Eckhart Tolle
12 de diciembre de 2022
La curiosidad de un niño
Cuentan que la curiosidad hizo que un niño descubriese la vital importancia de ayudar a crear entornos de paz, amor, luz y consciencia tejiendo sabiamente con los colores del alma.
El anciano inclinó
lentamente su cabeza, hizo una breve pausa, lo miró con gran ternura y con
mucha paz le respondió:
-Estoy tejiendo.
El niño sonrió
- ¿Cómo que está tejiendo
abuelo -le dijo-, si no veo que tenga lanas de colores ni tampoco grandes
agujas?.
-Tejo realidades, mencionó
el anciano.
-Puede que parezca que aquí
sentado no hago nada, continuó, sin embargo, permaneciendo en calma hago que mi
corazón cree un entorno armónico. También bendigo con mis pensamientos e
intenciones a todos los que pasan por esta plaza para que tengan el mejor de
sus días. Así es como voy tejiendo. Siempre los saludo con amor, les sonrío con
franqueza, y si los veo medio caídos, levanto mi bastón y les digo: 'vamos, que
se puede'. También le pido a los pájaros que me ayuden a darles fuerzas
cantando, porque sus maravillosos sonidos revitalizan y sanan.
-Mira la belleza que
irradian los árboles. Huele el maravilloso perfume que, sin pedirnos nada a
cambio, nos comparten las flores. Contempla el incansable trabajo de esas
abejas. Observa con cuánta libertad juegan los perros. Siente cómo te acaricia
el viento. La existencia, a su modo, también está tejiendo. En mi caso,
disfruto al tejer con hebras de luz, por eso cada tarde abro mi corazón para
que los rayos del Sol entren, me acaricien y se anclen en el suelo junto con
mis sentimientos más puros, de manera que la Madre Tierra sienta cuánto la amo.
Por último, el anciano
destacó:
-Sin importar la edad que se
tenga, todos podemos ayudar a tejer el entramado de un mundo más consciente,
sensible, solidario y humano haciendo que nuestras mejores intenciones viajen
más allá de las fronteras. También podemos irradiar mucho amor para que las
heridas se cierren, los corazones se abran y que cada uno alcance su máximo
potencial, descubriendo el poder transformador de las cosas simples.
Los ojos del niño comenzaron a brillar. El anciano se acercó, le pidió permiso a través de una sonrisa y le dio un cálido abrazo.
Cuentan que el Sol alumbró
aún más fuerte para sumarse al encuentro. Y en ese instante, a modo de
agradecimiento, el niño le susurró:
-Me voy a casa, abuelo.
Tengo que ir a contarle todo esto a mi mamá, porque ella, que es de las
personas a quien más quiero en este mundo, todavía teje usando lanas y agujas.
El Tejedor de realidades, por Julio Andrés Pagano
"EL LATIDO DE LOS ELEMENTOS"
El agua me dijo: Fluye, no te estanques. La vida es ahora. El pasado es solo una memoria y el futuro es una proyección. El fuego me dijo: T...
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El niño del interior puede convertirse en un reto hacia la manifestación de la abundancia económica. ¿Estás sufriendo de una total pob...
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1 ) ¡ No reacciones ! Te hagan lo que te hagan , te digan lo que te digan , te adulen o te agredan , solamente deja fluir y no reacciones ....
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El Sentimiento profundo de Amor Incondicional de los seres que asciendan a la Nueva Era, su vibración va más allá de la velocidad de la Luz....