26 de julio de 2021

El Yo Superior


El yo Superior es nuestro verdadero ser, la suma total de experiencias que hemos tenido.

Mora en la quinta dimensión, esperando el momento del reencuentro definitivo con nosotros.

Lo podemos comparar con este ejemplo: si estamos en un salón con 1.000 participantes de un Congreso y nos dividimos en 10 grupos de trabajo, nuestro yo de tercera dimensión tendrá registro de uno solo de ellos, mientras que el Yo Superior estará totalmente consciente y participando en todas las habitaciones del Congreso, simultáneamente.

El ángel de la guarda es nuestro propio Yo Superior. Por falta de evolución, pensamos que lo excelso y sublime tiene que estar fuera de nosotros.

El Yo Superior es nuestro aspecto más elevado. Cuando lo escuchamos, podemos estar seguros de su consejo.

Tiene su voz en nuestro interior. A menudo estamos tan condicionados por las voces parciales del ego o los datos que recibimos en la superficie de la vida con nuestros sentidos físicos, que no lo escuchamos.

La voz del Yo Superior tiene el nombre de intuición y su palabra es emitida por el segundo corazón. Son las corazonadas salvadoras.

Por esa misma conexión lo podemos escuchar a Dios, porque en el Yo Superior ya no hay separación con Él.

Para escuchar a Dios debemos desalojar de nuestro templo interno todos los ídolos que la materia y el ego nos hicieron construir.

Si quieres tener una idea del Yo Superior; multiplica tus mejores talentos por diez y tendrás una idea.

En la respiración mer-ka-ba nos reservamos una respiración que es única y personal para cada uno porque es la respiración o clave que posee nuestro Yo Superior. Cuando integramos esa respiración, podemos estar presentes todo el tiempo con nuestro Yo Superior.

Él sabrá instantáneamente cómo tenemos que obrar Él es el que conoce el camino para retornar al Hogar.

Habrás visto en algún expositor sincero y apasionado, cómo su aura parece abarcar todo el auditorio. Es la presencia de su aspecto más elevado. Cuando nos dedicamos con todo nuestro corazón a una tarea importante para nosotros, ese yo total se unirá con nuestro cuerpo físico, produciendo la magia.

El Yo Superior se puede enferman. En la nueva psicología, podremos incorporar estos nuevos conocimientos.

Hay vicios que se asientan en el alma, de ahí su gravedad, como la drogadicción y el alcoholismo. Estas sustancias van cortando y dañando la relación entre el yo físico y el Yo Superior.

Por eso, en el alcohólico, la mirada es inexpresiva y su paso, titubeante (su alma no lo guía más).

En muchos casos tendrá que ir; al desencarnar; a una especie de hospital astral para tratar de mitigar este grave desorden y de esa manera tener menos dificultades en futuras encarnaciones.

El Yo Superior tiene un objetivo para nosotros en el ciclo de encarnaciones, que fue guiando nuestras vidas pasadas, va guiando la actual y guiará las futuras (también en la cuarta dimensión), hasta que no haya más distancia entre nuestro yo y el Yo Superior; en la quinta dimensión o paraíso.

El defecto compartido por los Yo Superiores de los humanos son dos: por un lado, el orgullo y por otro, la pasividad.

El orgullo amenaza a los que más evolucionaron; fue causa de grandes sufrimientos, como la caída de la Atlántida.

A otros seres les cuesta trabajo asumir su objetivo de vida. Muchas veces hay que ejercer una suave presión para que encarnen y desempeñen su papel.

El Yo Superior es el factor más activo de nuestra personalidad, pero siempre está en reposo. Por eso, sólo el silencio interno puede mover su enorme energía. Se lo capta con el chakra Puerta del Alma, que brilla cuando nuestra personalidad está integrada, es decir en reposo, sin la dispersión del conflicto.

Una dolencia grave y persistente señala que la persona erró completamente su objetivo de vida. No escuchó su propio yo y centró su deseo en elementos falsos. La reconexión con el Yo Superior; en todos los casos, es la verdadera curación.

Las grandes obras de arte fueron inspiradas en el contacto del Yo Superior con las realidades cósmicas. Por ejemplo, Beethoven (a través del contacto con su yo total) pudo escuchar al componer la Quinta Sinfonía, los pasos que se escuchan en el mundo astral de la muerte. De la misma forma fue capaz de sintetizar genialmente el fuego y la hermandad, en la Novena Sinfonía.

Algunos ejemplos más actuales son los de Lennon, que en su canción "Imagina" pudo canalizar la energía de la Paz, o la cantante Enya, que canta con la voz de su yo interior.

El arte es la expresión más fiel de nuestro Yo Superior.

Cuando escuchamos el Yo Superior- es como si canalizáramos información de otras dimensiones. Es una canalización interna, es decir, la voz fluye libremente dentro de nosotros mismos y posee una enorme sabiduría. Esta tarea la realiza una autora como Solara, que puede canalizar su propia información de su Yo Superior.

Cuando escuchamos que algunas personas canalizan ángeles, arcángeles, seres celestiales, etc., no hacen más que canalizar su propia sabiduría. Las excepciones son los libros de Kryon y Seth.

Las canalizaciones de los grandes seres cósmicos son más sutiles. No anuncian pomposamente su presencia ni invocan su propio nombre como elemento de autoridad. Más bien se deslizan sin que se los advierta inmediatamente.

Sólo el muy sensible puede captar el mensaje que se esconde en un libro canalizado verdaderamente por un ser superior. Un ejemplo de esto es la trilogía de libros sobre el tema de las gemas, de Katrina Raphaell.

Dentro de los elementos espirituales, los cristales son los más aptos para comunicarnos con nuestra esencia. Ellos poseen la transparencia de su ser; la fidelidad a la verdad neutra (ya que nunca juzgan) y pueden guardar y atesorar en su interior; información de una dimensión superior.

Otro elemento importante es que las gemas cristalizan tomando como modelo un cuerpo geométrico sagrado, de ahí que ellas mismas son sagradas. Por ejemplo, la fluorita y la pirita, así como la sal gruesa cristalizan utilizando el cubo para organizar su cuerpo molecular.

Hay un cristal que está preparado para aquellos que necesiten tomar contacto con su Yo Superior por esa vía. La gema sola se encarga de aparecer en nuestra vida y enviarnos las señales pertinentes. Va a comenzar a brillar; puede plasmar figuras en su interior, etcétera.

Los cristales más aptos para estas tareas son el cristal de roca y la amatista, junto a la selenita, que activa el chakra puerta a las Estrellas.

La mer-ka-ba nos va conduciendo para que el propio Yo Superior nos respire. Es decir, producimos una unidad tan fuerte que podemos estar conscientes todo el tiempo de lo superior. De esta manera, cada avance interno es eterno.

19 de julio de 2021

La Inmortalidad

Envejecemos y morimos porque lo hemos decidido así.

El fin último de toda disciplina espiritual es alcanzar la inmortalidad física.

En la historia de la humanidad hubo tres formas distintas para acceder a la inmortalidad.

En Lemuria -tanto como en la Atlántida-, la técnica fue el Tantra. Llegar a la eternidad haciendo el amor con amor. El resultado era una fusión de los amantes, que se convertían en hermanos. La historia humana tiene registro de estas parejas de esposos y hermanos al mismo tiempo. En Egipto fueron Akenatón y Nefertiti. En los Andes, Manco Cápac y Mama Ocllo.

En Egipto se utilizó la técnica de la preparación para la muerte. Esa muerte que esperaba al discípulo era, si pasaba por el juicio, su última encarnación en la Tierra.

La Diosa Isis o Shotis -relacionada con la estrella Sirio recibía de parte de Osiris conectado con Orión al discípulo probado.

Más cercano en el tiempo, y con la caída del hombre en la materia, se hizo posible alcanzar alquímicamente la eternidad. La alquimia es un procedimiento de trabajo interno que capacita al discípulo para que tenga el poder de transmutar lo más denso de la materia, llevándola a más altos grados de refinamiento.

En la actualidad, como vamos a pasar por una iniciación espiritual colectiva hacia la cuarta dimensión, la técnica de inmortalidad es la ascensión.

La ascensión es la continuidad del mismo cuerpo físico, con la conciencia elevada a cuarta dimensión.

Es complementaria de la técnica egipcia. Allí era morir para no regresar jamás. Ahora es no morir, continuar conscientemente a la cuarta dimensión, con el mismo cuerpo.

¿Cómo se logra la ascensión? Te explicaré.

Existen tres ondas en el cerebro humano. La onda Delta se genera cuando estamos en vigilia. Cuando estamos relajados, el cerebro genera la onda Alfa, más lenta que la anterior.

La onda Alfa no es la más profunda, tampoco implica un estado creativo. Cuando una persona ve televisión en un estado de pasividad total está emitiendo la onda Alfa.

La onda cerebral más profunda se llama Theta, y el cerebro la emite cuando dormimos sin sueños.

Si logramos unificar estas tres ondas cerebrales en Theta, alcanzaremos fácilmente la eternidad o la ascensión.

En la onda Theta, el cerebro pasa a ser una placa que registra las impresiones del Alma.

Se alcanza el equilibrio emocional y la apertura de la mente, que queda conectada con el Yo Superior y crea las condiciones para que se comprenda espiritualmente cada suceso de nuestra vida. El aprendizaje se acelera.

El pensamiento agitado del cerebro se interrumpe y quedas en armonía, recibiendo información de áreas más elevadas de tu propio ser y de los dos guías internos que te acompañan en todo momento.

La onda Theta puede afianzarse activando el área 39 del cerebro (ubicado arriba del ojo derecho), que es la zona de la imaginación (activación artística). También puede impulsarse con el despertar espiritual a través de la meditación y la respiración mer-ka-ba.

Cuando tienes la onda Theta estabilizada puedes, con una pequeña concentración, extraer información del Cosmos. En tu vida cotidiana, tendrás un estado único de paz interior.

Se sabe que el 90% de nuestro cerebro está inactivo. Es que estas áreas cerebrales no se utilizan, porque corresponden a las capacidades de nuestra alma.

Recuerda que energía es igual a información.

A mayor caudal energético, puedes tener más y más datos de tu propia fuente internacósmica.

Cuando logras el equilibrio interno y la estabilidad en el funcionamiento de la onda profunda del cerebro, puedes considerarte inmortal.

Cuando una persona es inmortal, no encarna más en la tercera dimensión. Rompe la rueda de la encarnación. Es decir, se libera de la fragmentación de conciencia.

Cada vez que volvemos a encarnar en este nivel evolutivo, tenemos que pasar por la violencia de olvidarnos de nuestra propia esencia, para poder afrontar las pruebas y los aprendizajes requeridos en la existencia física.

Recuerda y ten presente que es tu propia elección dejar de pasar por lo denso. La unidad está en el fondo, esperándote.

Dialoga al respecto con tu propia alma. Te dejo solo para que lo hagas.

Envejecemos y morimos porque lo hemos decidido así.

El fin último de toda disciplina espiritual es alcanzar la inmortalidad física.

En la historia de la humanidad hubo tres formas distintas para acceder a la inmortalidad.

En Lemuria -tanto como en la Atlántida-, la técnica fue el Tantra. Llegar a la eternidad haciendo el amor con amor. El resultado era una fusión de los amantes, que se convertían en hermanos. La historia humana tiene registro de estas parejas de esposos y hermanos al mismo tiempo. En Egipto fueron Akenatón y Nefertiti. En los Andes, Manco Cápac y Mama Ocllo.

En Egipto se utilizó la técnica de la preparación para la muerte. Esa muerte que esperaba al discípulo era, si pasaba por el juicio, su última encarnación en la Tierra.

La Diosa Isis o Shotis -relacionada con la estrella Sirio recibía de parte de Osiris conectado con Orión al discípulo probado.

Más cercano en el tiempo, y con la caída del hombre en la materia, se hizo posible alcanzar alquímicamente la eternidad. La alquimia es un procedimiento de trabajo interno que capacita al discípulo para que tenga el poder de transmutar lo más denso de la materia, llevándola a más altos grados de refinamiento.

En la actualidad, como vamos a pasar por una iniciación espiritual colectiva hacia la cuarta dimensión, la técnica de inmortalidad es la ascensión.

La ascensión es la continuidad del mismo cuerpo físico, con la conciencia elevada a cuarta dimensión.

Es complementaria de la técnica egipcia. Allí era morir para no regresar jamás. Ahora es no morir, continuar conscientemente a la cuarta dimensión, con el mismo cuerpo.

¿Cómo se logra la ascensión? Te explicaré.

Existen tres ondas en el cerebro humano. La onda Delta se genera cuando estamos en vigilia. Cuando estamos relajados, el cerebro genera la onda Alfa, más lenta que la anterior.

La onda Alfa no es la más profunda, tampoco implica un estado creativo. Cuando una persona ve televisión en un estado de pasividad total está emitiendo la onda Alfa.

La onda cerebral más profunda se llama Theta, y el cerebro la emite cuando dormimos sin sueños.

Si logramos unificar estas tres ondas cerebrales en Theta, alcanzaremos fácilmente la eternidad o la ascensión.

En la onda Theta, el cerebro pasa a ser una placa que registra las impresiones del Alma.

Se alcanza el equilibrio emocional y la apertura de la mente, que queda conectada con el Yo Superior y crea las condiciones para que se comprenda espiritualmente cada suceso de nuestra vida. El aprendizaje se acelera.

El pensamiento agitado del cerebro se interrumpe y quedas en armonía, recibiendo información de áreas más elevadas de tu propio ser y de los dos guías internos que te acompañan en todo momento.

La onda Theta puede afianzarse activando el área 39 del cerebro (ubicado arriba del ojo derecho), que es la zona de la imaginación (activación artística). También puede impulsarse con el despertar espiritual a través de la meditación y la respiración mer-ka-ba.

Cuando tienes la onda Theta estabilizada puedes, con una pequeña concentración, extraer información del Cosmos. En tu vida cotidiana, tendrás un estado único de paz interior.

Se sabe que el 90% de nuestro cerebro está inactivo. Es que estas áreas cerebrales no se utilizan, porque corresponden a las capacidades de nuestra alma.

Recuerda que energía es igual a información.

A mayor caudal energético, puedes tener más y más datos de tu propia fuente internacósmica.

Cuando logras el equilibrio interno y la estabilidad en el funcionamiento de la onda profunda del cerebro, puedes considerarte inmortal.

Cuando una persona es inmortal, no encarna más en la tercera dimensión. Rompe la rueda de la encarnación. Es decir, se libera de la fragmentación de conciencia.

Cada vez que volvemos a encarnar en este nivel evolutivo, tenemos que pasar por la violencia de olvidarnos de nuestra propia esencia, para poder afrontar las pruebas y los aprendizajes requeridos en la existencia física.

Recuerda y ten presente que es tu propia elección dejar de pasar por lo denso. La unidad está en el fondo, esperándote.

Dialoga al respecto con tu propia alma. Te dejo solo para que lo hagas.

"EL LATIDO DE LOS ELEMENTOS"

El agua me dijo: Fluye, no te estanques. La vida es ahora. El pasado es solo una memoria y el futuro es una proyección. El fuego  me dijo: T...